El mundo de la traición

Durante el mismo mes que me enteré del cáncer de mi abuelo, había conocido a un joven de mi edad. Habíamos estudiado en el mismo colegio durante un tiempo y él era uno de esos amores platónicos de muchas colegialas.  Nunca le había puesto cuidado hasta ese entonces porque en el colegio estaba comprometida.  Sí, yo sé, estaba en once cuando pensé que había conocido al que era el amor de mi vida.  Pero eso es historia para otro día.

Después de terminar mi compromiso, quizé darme una oportunidad a vivir la vida, la locura, lo que muchos me decían que me estaba perdiendo.  Ahí fue que recibí golpe tras golpe, lo que ví fue un mundo vacio; lleno de lujuría, ambición, traición, avaricia a costa de otros. Un mundo de desolación y destrucción.

En fin, volviendo al  joven, apuesto y simpático a simple vista, resultó ser un lobo vestido de oveja. Me envolvió en sus mares de mentiras, me robó y me utilizó de una manera muy cruel.  Por todo lo que viví en esos meses fue que escribí este poema:

Una Traición | Diciembre 2009

Presiento que no puedo escapar

tengo para algún lado que arrancar

Amigos tengo pocos

hay muchos que me quieren engañar

Mis sueños no quiero abandonar,

a la locura no quiero volver

¡Mi mente va a explotar!

del mundo no me quiero dejar absorber
quiero para algún lado correr

Me alejo de aquel que es mentiroso 

Mi corazón endureció

el que es osioso y tramposo

me obligo a pensar con la razón

Ahora correría mil días

olvidandome de lo malo de la vida

debajo del agua me escondería

escapando de los que por todo envidian

Los que con el tiempo se transforman

y con la mirada me desploman

Que puedo sacar con la ira

solo sacarles más mentiras

con hipocresía me tirarían

verlos lejos de mi vida me complacería

-Melissa M. Marín Mellán